Cómo reparar grietas y desconchones en paredes de interior

REPARAR GRIETAS, LA IMPORTANCIA DE LA PREPARACIÓN DEL SOPORTE

Una de las reglas de oro en el mundo de la pintura es que la preparación del soporte es igual o más importante que el material empleado. Para conseguir un buen acabado en nuestras decoraciones, uno de los pasos imprescindibles es reparar las grietas o desconchones.

En este post, te vamos a contar de manera muy sencilla como hacerlo.

Tipos de grietas

En las paredes y techos suelen ocurrir tres tipos de grietas:

a) Pequeñas grietas debidas al asentamiento del edificio, cambios térmicos, obras, etc.
b) Grietas de mayor o menor tamaño en los techos de escayola, causada por la pérdida de agua del material o la retracción de la pasta.
c) Grietas de mayor tamaño debidos a movimientos en el edificio. En este caso estaríamos hablando de grietas > 1 cm y con una longitud importante. Recomendamos la visita de un profesional para su valoración y reparación.

Vamos a seguir los pasos para reparar grietas de tipo a y b.

5 pasos a seguir para reparar una grieta

Siguiendo estos 5 sencillos pasos tal y como te explicamos, puedes reparar una grieta en una superficie de yeso de manera eficaz y con un resultado profesional. Es importante trabajar con cuidado y paciencia para obtener el mejor resultado.

1. Apertura de la grieta en V usando una espátula o similar: Se hace para permitir que el material de relleno llegue hasta el fondo de la grieta.
2. Limpieza de la superficie: Retirar todo el polvo usando un pincel o similar. Si la superficie es pulverulenta, cuando apliquemos la masilla o plaste no pegará. En este caso, usa un fijador como Emucril Fondo petrificante o Bruguer Latex Concentrado, para consolidar la superficie.
3. Relleno de la grieta usando plastes o masillas: Se aplican sobre la grieta mediante una espátula de forma perpendicular a esta, y posteriormente se retira el exceso siguiendo con la espátula el contorno de la grieta. Te recomendamos usar masillas ligeras como por ejemplo la masilla plástica de Emucril. Este tipo de productos tienen 3 ventajas que los hacen un imprescindible en la caja de herramientas de cualquier manitas:
   a. Tienen poca merma, es decir, lo que aplicas es lo que se queda en la pared
   b. Están teñidos en blanco, lo que los hace ideales para pequeñas reparaciones.
   c. Vienen listos al uso, evitándonos preparaciones engorrosas y deshacernos del sobrante de la mezcla.
4. Lijado de la superficie: Se elimina el exceso de material y se homogeniza el acabado. Para esto nos ayudaremos de un taco de lija de un grano medio. Deberemos de tener especial cuidado en limpiar los restos de polvo para evitar problemas de adherencia cuando pintemos.
5. Pintado: Aunque algunas masillas vengan coloreadas, es un material muy poroso y susceptible de mancharse. Para proteger el acabado necesitamos pintar la pared. Recomendamos especialmente si se va a pintar con colores intensos, el uso de fijador para la pared. De esta forma, reducimos el consumo de pintura, homogeneizamos la absorción del soporte y conseguimos un mejor acabado.

Como consejo final, la mejor limpieza es la que no se hace, protege las zonas que no vayas a pintar usando cinta de carrocero, plástico o papel de pintor. Si no tienes claro qué pintura escoger, te referimos a un post donde explicamos los diferentes tipos de pinturas que existen para interiores.

Siguiendo estos 5 sencillos pasos, conseguirás un acabado de película para tus paredes logrando resultados profesionales con materiales simples y económicos. Recuerda que estamos disponibles tanto en nuestras tiendas físicas como en la web, donde nuestro personal estará encantado de atenderte y resolver todas tus dudas.