¿Cómo pintar una pared nueva?

Antes de intentar pintar una pared en interiores, es importante determinar su estado. Puede ocurrir que se encuentre ya pintada y lisa, con lo que un par de manos de la pintura interior elegida será más que suficiente.

También suele ser frecuente que la superficie este ya pintada con un color oscuro o chillón. Si este es el caso, y se quiere cambiar a un tono más claro, imprimar previamente será una posibilidad interesante. Sino aplicar una mano de pintura extra hasta conseguir cubrir por completo.

En cualquier caso, contar con una pared sin desperfectos y completamente lisa es muy importante a la hora de conseguir el resultado deseado.

Si existen grietas, fisuras o boquetes, las masillas y emplastes son los mejores aliados. Con estos productos se pueden cubrir los desperfectos, para posteriormente proceder al lijado y a la protección de la pared para su pintado.

Pero ¿Cómo pintar paredes nuevas?

Hay que recordar que la pintura cumple una doble función: por un lado decora, y por otro lado protege y ayuda a que los muros se conserven en mejor estado.

En los casos donde las paredes ya han sido pintadas previamente, la solución es evidente y simple: reparar, alisar, proteger con cinta de carrocero, papel y plástico para luego pintar con brocha o rodillo según sea necesario.

¿Pero qué ocurre cuando las paredes recién han sido construidas y hay que pintarlas por primera vez?

En este punto, partimos de la premisa de que el albañil realizó bien su trabajo y la superficie a pintar se encuentra completamente lisa y sin desperfectos.

Si la pared ha sido revocada recientemente, recomendamos esperar un cierto tiempo antes de pintar, para evitar que la alta alcalinidad deteriore el producto e impida conseguir el resultado esperado.

Pasó a paso como pintar una pared nueva

1. Proteger las zonas susceptibles a ser manchadas por salpicaduras y gotas de pintura. 
2. Revisar bien la pared en busca de desperfectos que pudieran haber dejado atrás los albañiles. En caso de existir, reparar con masilla o emplaste y lijar para alisar.
3. Aplicar una capa de solución selladora para favorecer la posterior fijación de la pintura. Respetando los tiempos de secado recomendados por el fabricante, aplicar una segunda mano.
4. Comenzar a pintar utilizando una pintura interior de alta calidad del color elegido, iniciando el trabajo por el techo, para luego proseguir con las paredes.
5. Tras aplicar una mano a todas las superficies, proceder con una segunda pasada, siempre siguiendo las instrucciones de aplicación proporcionadas por el fabricante.
6. Limpiar el lugar, las herramientas y guardar bien los restos de pintura para realizar retoque si luego fuera necesario.

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