La madera es uno de los materiales que más sufre cunado se encuentra expuesta a la inclemencias del tiempo. Generalmente se contrae o dilata según la humedad del ambiente, además los rayos UV del sol la castigan con severidad, deteriorando los protectores que se le aplican y quitándole la elasticidad y resistencia que estos le proporcionan.
Cuando la madera queda desprotegida, comienza a sufrir desperfectos, se agrieta, se deforma y pierde su color original, adquiriendo ese tono grisáceo tan típico como desagradable.
Es por esto que es fundamental mantener la madera siempre bien protegida, sobre todo si se encuentra en el exterior, expuesta a la lluvia, el sol, la nieve o el viento.
Aunque el mercado se sigue expandiendo y se van creando contantemente nuevos productos para garantizar una máxima protección de la madera en exteriores, la mejor opción para cuidar de manera correcta este material, sigue siendo el mantenimiento regular para evita que la defensa desaparezca por completo.
De todos modos puede ocurrir que el problema ya este avanzado, la protección haya desaparecido y la madera haya comenzado a deteriorarse. Si este es el caso, toca arremangarse y trabajar para devolver a ese elemento de madera, a su estado original.
Una de las soluciones más efectivas para el tratamiento de los desperfectos de la madera exterior, si esta se encuentra desconchada o agrietada es lijar. Con esto se conseguirá alisar y eliminar por completo los restos de pintura o barniz que se encuentran en mal estado, para posteriormente proceder a aplicar el producto protector elegido.
Si los desperfectos son muy grandes, se puede utilizar masilla para madera, para reparar y rellenar grietas, agujeros y hendiduras.
El producto elegido dependerá del tipo de madera y del acabado deseado. Las opciones habituales suelen ser los lasures o barnices para madera exterior. Dos tipos de productos que se presentan en el mercado en diferentes formatos y características, y que siempre proporcionan buenos resultados.
En caso de que la superficie se encuentre en muy mal estado, seguramente será necesario volver a aplicar un fondo protector para maderas de exterior, con lo se conseguirá un mejor resultado final y un protección más duradera.
Las maderas tropicales con las que se fabrican los muebles y tarimas para el jardín suelen ser muy densas, por lo que no admiten cualquier tratamiento. En este tipo de situaciones lo mejor es aplicar aceite de teca.
Con el soporte saneado, limpio y seco, se puede proceder a aplicar el aceite hasta saturación, retirando el excedente, transcurridos unos minutos después de su aplicación, con un trapo de algodón.
Muy importante, para proteger la madera de exteriores es necesario e imprescindible contar con los productos y herramientas adecuadas, también conocer de qué tipo de madera a tratar y cuáles son las mejores opciones para su mantenimiento.
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