En el exterior, la madera está expuesta al sol, a la meteorología, y a los insectos que la atacan, reduciendo su vida útil. Por esto, mantenerla protegida y en buen estado, es fundamental.
En el mercado existen distintos productos, especialmente concebidos para pintar madera exterior. Estos pueden variar, dependiendo de si la madera a tratar es dura (como ocurre por ejemplo con la caoba, el roble y el olmo) o blanda (madera de pino, abeto o almendro). En todos los casos, las pinturas para madera exterior, están disponibles en una amplia gama de colores y niveles de brillo, lo que permite conseguir el acabado deseado.
En general, se recomiendan los esmaltes al agua para madera, frente a los esmaltes sintéticos. El acabado final es idéntico, pero sin olores y sin necesidad de comprar disolventes específicos. Previo a la aplicación de la pintura para madera es necesario un lijado, siempre siguiendo la dirección de las vetas, para eliminar impurezas y restos de pintura.
Las maderas duras, suelen ser más densas y no admiten cualquier producto. La mejor forma de protegerlas es mediante la aplicación de aceite de teca (por ejemplo “Aceite Teca Xylazel Color” en base agua o al disolvente) hasta saturación.
La forma más efectiva y rápida para pintar maderas blandas es usando lasures de alta calidad como “Cetol Filter 7” o “Cetol BL (disponible en base agua y disolvente)”. Los lasures, no forman película, dejando respirar a la madera. Además, con un solo producto, se consigue la imprimación, pintado y protección de la madera.
De forma alternativa, puede emplearse una combinación de pinturas más económicas, usando lasur (“Cetol HLS plus”) + barniz (“gama Emucril”) para pintar y proteger la madera.
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