Si una fachada recién pintada, es expuesta a una lluvia ligera, o de escasa intensidad, pueden aparecer marcas que dejan una diferencia en la tonalidad de la pintura en forma de rastros que se asemejan a las marcas de la baba de caracol.
Este efecto es más corriente, cuanto mejor y más cantidad de resina contenga la pintura, ya que esta lleva en su composición tensoactivos que facilitan la penetración, e impregnación de la pintura en su aplicación, y que a medida que esta va secando y curando, se evaporan.
Si llueve durante la aplicación o durante el secado de la pintura, estos tensoactivos, que no se han llegado a evaporar, absorben esta agua, aflorando en la superficie, y dejando estas marcas.
No tiene nada que ver con la calidad de la pintura, ni de su aplicación, y sólo tendremos que limpiar la fachada con agua abundante, o si la lluvia persiste con intensidad ella misma eliminará estas marcas. En ningún momento esto alterará la calidad del producto, ni la resistencia del mismo, manteniendo las propiedades del revestimiento inalterables.
La solución es muy sencilla, y sólo necesitamos limpiar con agua abundante la fachada, de esta forma arrastramos los tensoactivos que se han quedado marcados en el revestimiento. Una vez tengamos la fachada sin marcas, no necesitamos hacer nada más, pues como ya hemos dicho anteriormente, este problema es sólo estético y no afecta al revestimiento. No obstante si queremos volver a pintar sugerimos fijador y el revestimiento recomendado. También tienes la opción de adquirir a un mejor precio el Kit Solución Baba de caracol en fachadas.
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