Normalmente al pensar de barniz, lo primero que se viene a la mente es aquel fluido transparente o semitransparente utilizado habitualmente para decorar y proteger la madera.
Sin embargo, el mercado de las pinturas proporciona barnices para metales, un tipo de producto que puede ser de mucha utilidad en determinadas circunstancias.
Los barnices para metales son fluidos sintéticos desarrollados generalmente en base a disolventes o al agua, que proporcionan un acabado incoloro mate, satinado o brillante, y que son utilizados para conferir protección tanto en interiores como exteriores.
Conviene utilizar barniz para metales en aquellas superficies propensas a sufrir daño y desgaste por el contacto directo con los agentes atmosféricos como el sol, la humedad o el viento, también en aquellos elementos que se deterioran con facilidad por el uso intensivo.
La oxidación y el renegrido, son enemigos habituales de los metales y es en estas situaciones donde los barnices para metales pueden ser la solución, ya que protegen y al mismo tiempo mantiene el aspecto original de los elementos tratados.
También puede utilizarse en objetos que han adquirido una pátina espacial con el paso del tiempo y que se quiera preservar.
En resumen el barniz para metales es un producto muy útil que crea una película protectora transparente, evitando la corrosión y al mismo tiempo, manteniendo el aspecto original del objeto barnizado.
El proceso de barnizar metales depende del estado de la superficie a barnizar. En metales lisos, sin porosidad, es muy importante realizar una limpieza a fondo retirando cualquier resto de suciedad y sobre todo de grasa.
Con este paso realizado se puede proceder a aplicar el barniz con el acabado deseado, preferiblemente en dos manos, respetando escrupulosamente las instrucciones de aplicación proporcionadas por el fabricante del producto elegido.
En metales porosos, o con restos de oxidación, conviene retirar los restos de pintura suelta, y limpiar con cepillo de alambre hasta conseguir una superficie saneada, para luego aplicar el barniz para metales, siguiendo los mismos pasos que en los metales lisos.
Es importante destacar que si el objeto a barnizar presenta síntomas de oxidación avanzada, será necesaria la aplicación previa de un neutralizador de óxido. Este paso es muy importante porque si no se trata, el proceso de oxidación seguirá deteriorando el metal por debajo el barniz aplicado.
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